jueves, 23 de abril de 2009

Luis Bolívar ratifica su buen momento y toca pelo en el sexto
23/04/2009 Sevilla 7º de abono:Menuda merienda se ha pegado la tarde de ayer el colombiano Luis Bolívar en la maestranza con el sexto toro de Peñajara. El único que ha servido de un encierro muy deslucido que no ha dado opciones en toda la tarde. Nada pudieron hacer sus compañeros de cartel Antonio Barrera y Juan Bautista, que terminaron muy decepcionados. Y en el sexto saltó la chispa y se abrió la esperanza. (Crónica de Conchita Rodríguez Ortiz)
Fuente: SABIOS DEL TOREO
Luis Bolívar ha entendido al morlaco de casi 600 kilos, muy alto de cruz, que era toda una mole y que casi nadie pensaría que iba a ser que el que embestiría. Muy firme y decidido el caleño que lo entendió desde el primer momento, dándole el tiempo y la distancia adecuada y lo fue embarcando a medida que iban transcurriendo las tandas de muletazos. Desde el comienzo de faena se vio que el pitón bueno del toro era el derecho, ya que por el izquierdo se frenó demasiado en las verónicas de recibo. Antes de comenzar la faena de muleta el toro (Raido, nº 105 de Peñajara) embestía a oleadas de forma muy violenta. Lo bueno empezó en las series diestras, en las que Luis le fue obligando, y el toro entrando poco a poco. Le enseñó el camino de la embestida y el de Peñajara, como buen alumno aprobó con buena nota. Indudablemente la faena ha ido de menos a más. Tres series en el comienzo fueron suficientes para templar la embestida del burel. Lo intentó por el izquierdo sin resultado y finalizó de nuevo por el pitón potable. Remató con unos pases de la firma inspirados y mató de una estocada delantera, pero muy eficaz, que le valió la oreja. En su primer toro la faena tomó vuelo en algunos pasajes de Bolívar con la diestra, pero cuando cambió al natural, el toro se apagó y su labor fue silenciada.
En el primer toro de la tarde, hemos tenido el susto de la tarde con el subalterno Paco Peña, que fue prendido por la chaquetilla al parear, pero se quedó solo en susto. Antonio Barrera ha demostrado su disposición también pero ha sido imposible el lucimiento con su lote. El primero fue un ejemplar listo y peligroso. Barrera tragó quina pero la cosa no pasó de ahí y no fue a mayor éxito. El cuarto de la tarde tenía puñales por pitones, echaba la cara arriba y encima se quedaba corto, así que dio menos opciones aun que el primero.
Al diestro francés Juan Bautista le salió un toro que en los comienzos parecía que podía servir y que equivocó a todos. En los comienzo de la faena el toro dio una voltereta perdiendo todo lo que pudiera llevar dentro. Bautista le dio tiempo y distancia para la recuperación pero no pudo ser, porque a la embestida le faltaba emoción y chispa. Mejor por el izquierdo en la distancia, pero cuando se descubrió ya era demasiado tarde y el motor de Peñajara se había apagado.