sábado, 8 de octubre de 2011

MEDICOS ESPECIALISTAS INFORMAN EL ESTADO DE PADILLA

'El pronóstico del ojo izquierdo es muy incierto, lo traía fuera de su sitio'
EL MUNDO - Zaragoza.- Los médicos que operaron anoche a Juan José Padilla afirman que hay que esperar 24 horas porque 'las complicaciones pueden surgir'.
Los doctores especialistas de diferentes ramas que atendieron esta pasada madrugada a Juan José Padilla no se muestran optimistas respecto a la visión del ojo izquierdo del torero. En palabras de la doctora Saura, jefe del servicio maxilofacial del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, "la entrada del pitón fue muy limpia, sorprendentemente limpia". Es la excesiva elongación del nervio óptico la que hace temer por la "viabilidad" y recuperación de la visión: "el pronóstico del ojo es incierto, la viabilidad es dudosa y nada positiva, aunque hay que esperar".
Otro de los grandes problemas surgidos por la cornada es "el arrancamiento del tronco del nervio facial", aunque queda la esperanza de posteriores "operaciones correctoras". Padilla se encuentra el la UCI, sedado, y con ventilación asistida. Hay que esperar 24 horas porque "las complicaciones siempre pueden surgir". El torero se halla estable hemodinámicamente y sin fiebre. Entre las noticias positivas, se encuentra la satisfactoria reconstrucción de la estructura ósea: "a nivel óseo, la funcionalidad ha ido bien". Pero vuelven a insistir en las graves consecuencias de la excesiva elongación del nervio óptico: "Traía el ojo fuera de su sitio". Otro de los datos que ofrecieron los galenos fue el referido a las cicatrices exteriores de Padilla, que calificaron de "razonables". "Serán disimulables con el tiempo", dijeron.
Participaron el la conferencia informativa la doctora Figueras, Jefa de Guardia del Hospital Miguel Servet, la doctora Esther Saura, Jefa del Servicio Máxilofacial, la doctora Victoria Simón, Cirujana que participó en la intervención de seis horas, y Arancha Utande, responsable medicina intensiva.
Una noche en vilo
Entrada la madrugada, después de efectuar las pruebas radiológicas que descartaban los posibles daños cerebrales, Juan José Padilla era intervenido durante más de seis horas en el hospital Miguel Servet de Zaragoza para intentar salvarle el ojo izquierdo, gravemente afectado por la brutal cornada que sufrió durante el tercio de banderillas. En las imágenes se aprecia el globo ocular fuera de la órbita a consecuencia del pitonazo que atraviesa la cara desde el plano posterior de la mandíbula, bajo el apéndice auricular izquierdo.
La madrugada ha sido larga para los miembros de su cuadrilla, su hombre de confianza, Diego Robles, y su mujer, que viajaba desde Jerez a Zaragoza. Las últimas noticias, sin embargo, ofrecidas por los cirujanos que han reconstruido el pómulo y las zonas del rostro afectadas y han tratado de salvar por todos los medios el ojo izquierdo no han sido positivas: el torero no recuperará la visión y sufre parálisis de ese lado de la cara por arrancamiento del nervio.
Padilla salió del quirófano sobre las 2.30 de la madrugada y permanecerá los próximos días en la UCI del hospital. El cirujano de la plaza de toros de la Misericordia de Zaragoza, el doctor Val Carreres, calificó la cornada de "escandalosa" en todos los sentidos y dijo no haber visto nada igual en 40 años de servicio. A pesar de que en el coso maño, donde se celebra la última feria de la temporada, se han producido gravísimas cornadas de figuras del toreo como Sebastián Palomo Linares, José Antonio Campuzano, Ortega Cano o Jesulín de Ubrique.
El parte médico oficial distribuido por el centro hospitalario recoge que Juan José Padilla ingresó con 'fractura de tercio medio facial, con herida que abarca desde zona cervical retroarticular izquierda con desinserción de conducto auditivo externo, zona temporal hasta canto interno de ojo izquierdo, con afectación de ambos párpados. A nivel óseo, presenta fractura con minuta de complejo orbitozigomatomalar izquierdo con proptosis ocular y fractura de apófisis coronoides mandibular y huesos propios nasales'.
Con este cuadro clínico, el equipo médico ha sometido al diestro a una operación que se ha alargado durante varias horas y en la que han logrado detener la hemorragia y reconstruir el complejo palpedral y lacrimal, si bien no ha sido posible reconstruir el nervio facial izquierdo, lo que le ha provocado la parálisis de este hemisferio del rostro.